Una historia que cambió mi rumbo por la fotografía y que marcó un quiebre emocional en mi vida.
Comenzó a principios de Abril cuando he recibido una propuesta para postular mi trabajo en una convocatoria a becas de la mano de Too Many Flash, una escuela de mucha categoría en Madrid, España. Con incertidumbre, miedo y ansias pensé "¿y si lo intento?", fue así que con un poco de coraje y empujón de mi novia dije "Sí".
No tenía una idea de cómo llevarlo a cabo así que pasé un tiempo estudiando para armar el portfolio, una carta de recomendación, actualizar mi CV y lo principal, tener todo en orden. Después de hacer los pasos requeridos, mandé el mail más complicado que pude mandar... sin saber que días posteriores me llegaría a la casilla el título "Enhorabuena". Y fue así cómo me citaron a una entrevista personal y en vivo, significando que había pasado a la segunda instancia que era justamente eso: defender tu propuesta, carrera, vida.
Duró media hora, de las cuáles fueron las más intensas delante de la WebCam y para resumir, no creo olvidar nunca una de las preguntas que puso en vigencia los años junto a los lentes: "Pablo, si pudieras definir tu trabajo en tres palabras, ¿cuáles serían y por qué?" MAMMA MIA, che difficile! Pero me quedé con "Documentales, estética y momemtum".
¿Qué decirles? Diez días pasaron de esa entrevista para que me dieran el segundo puesto de más de 6500 postulantes. Brotaron las emociones que en años estuvieron latentes ante la semejante noticia que incluía cambiar de vida yéndose a otro país, otra cultura, a estudiar lo que me gusta, acompañado... WOW, aunque la historia tuvo su desenlace no feliz ya que, en gran medida por vivir en un lugar complicado como lo es Argentina (por más linda que sea), no me quedó otra que rechazarlo, y heme aquí, escribiendo con lágrimas en mis ojos de nuevo por lo vivido.
Aprovecho para mencionar que como consecuencia de este inmensa meta alcanzada, confirmo que la fotografía será lo que más haré en la vida para dejar en cada persona que pasa delante de la cámara, capturada su esencia e historia, como cada paisaje o animal que se cruce. Dios es grande y creo con fe que tiene otro camino que ni siquiera entra en mi mente...
